Frases en el libro de "El Principito".
El trigo que es dorado me hará recorarte.
CAPÍTULO XXI
[…]
Pero el zorro volvió a
su idea:
- Mi vida es monótona.
Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos
los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domésticas, mi
vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de
todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me
llamarán fuera de la madriguera, como una música. ¡Y además, mira ! ¿Ves, allá
lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los
campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes cabellos
color de oro. ¡Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo,
que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el
trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- ¡Por favor... domestícame! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame !
- ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
[…]
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