El Principito antes de llegar al desierto en donde se
encontró con el aviador, viajó por numerosos planetas. En uno de ellos se
encontró con un personaje que le produjo una gran melancolía.
Se refiere a las personas que no actúan ante las
dificultades, el bebedor, el borracho.
Representa la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El bebedor bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber. El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje, nos permite reflexionar sobre cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida, si no ponemos suficiente empeño en superarlo; aunque para ello a veces tengamos que ceder un poco.
CAPÍTULO XII
El siguiente planeta estaba habitado por un bebedor. Esa visita fue muy corta, pero hundió al principito en una gran melancolía:
- ¿Qué haces ahí ? – le dijo al bebedor, que encontró instalado en silencio ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas.
- Bebo – respondió el
bebedor, con aire lúgubre.
- ¿Por qué bebes? – le
preguntó el principito.
- Para olvidar –
respondió el bebedor.
- ¿Para olvidar qué? –
inquirió el principito, que ya lo compadecía.
- Para olvidar que
tengo vergüenza – confesó el bebedor bajando la cabeza.
- ¿Vergüenza de qué? –
se informó el principito, que deseaba socorrerlo.
- ¿Vergüenza de beber
! – concluyó el bebedor que se encerró definitivamente en el silencio.
Y el principito se
fue, perplejo.
Los adultos son
decididamente muy pero muy extraños, se decía a sí mismo durante el viaje.
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