EL ZORRO Y EL PRINCIPITO.
LA AMISTAD.
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor...
domestícame ! – dijo.
- Me parece bien –
respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar
amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo
que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de
conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen
comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame!
Muchas veces no lo notamos, pero las personas más valiosas siempre estuvieron cerca de ti, quizás por tratar de encontrar un atributo excepcional o idealizar a una persona nos cegamos y no vemos realmente quien nos acompaña en el camino. Sólo deja que el amor se coloque donde tiene que estar, todos los afectos son diferentes, especiales pero todos vasliosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario