La búsqueda del pozo escondido.
Hasta los sitios más inhóspitos y desolares también esconden
belleza, solo hay que saber buscarla o apreciarla.
CAPÍTULO XXIV
(Retazo del capítulo)
[…]
–Lo que realmente embellece al desierto –dijo el principito–
es el pozo que se oculta en algún sitio...
Al oírlo comprendí el misterio. Cuando era niño vivía en una
casa antigua que, según la leyenda, tenía un tesoro escondido. Sin duda nadie
lo encontró y quizás nadie lo buscó, pero la casa parecía toda encantada por
ese tesoro que guardaba en secreto dentro de su corazón...
–Sí –dije– ya se trate de una casa, de las estrellas o del
desierto, lo que les hace hermoso es invisible.
–Me alegra –dijo bostezando el principito– que estés de
acuerdo con mi zorro.
El principito tenía sueño y se quedó dormido. Lo tomé en mis
brazos y continué el camino. Me sentía emocionado llevando aquel tesoro que me
parecía tan frágil. A la luz de la luna miraba aquella frente pálida, aquellos
ojos dormidos, aquel cabello dorado movido al viento y me dije: "lo que
veo es sólo la corteza; lo más importante es invisible..."
[…]
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