El encuentro con la serpiente.
En este capítulo del Principito, el desierto representa nuestra soledad, o esos momentos en los que nos sentimos más vulnerables.
La serpiente no quiere hacer daño al Principito porque ve que
no le tiene miedo y que además siente lástima por ella. Pero aun así, le
proponen acudir a ella si en algún momento se siente tan desesperado como
querer desear el final, es decir, la muerte.
La muerte no es algo que da fin sino que cuando mueres sigue
vivo en el recuerdo de las personas que te quieren. En el desierto, el
principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta.
Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja
que la serpiente lo muerda.
Si el desierto representa nuestra soledad y vulnerabilidad,
la serpiente es la tentación y por supuesto, esas personas que aparecen justo
en ese momento de debilidad para hacernos daño. A menudo son personas que
aparentemente no son peligrosas, pero que esconden un veneno mortal.
El Principito en un momento dado se sienta a contemplar el
cielo, y entre las millones y millones de estrellas es capaz de localizar su
pequeño planeta y sentirlo muy cerca de él. Y eso, en medio de un desierto y a
una tremenda distancia de él. Esa idea, la de poder sentir nuestro hogar cerca
a pesar de estar lejos, se repetirá a lo largo del libro de El Principito.
CAPÍTULO XVII
(Retazos del libro).
[…]
A El Principito, una
vez en la tierra, le resultó pues muy sorprendente no ver a nadie. Temía ya
haberse equivocado de planeta, cuando un anillo color de luna se movió en la
arena.
- Buenas noches – dijo
al azar el principito.
- Buenas noches –dijo
la serpiente.
-¿ Sobre qué planeta
caí ? – preguntó el principito.
- Sobre la Tierra, en
África – respondió la serpiente.
- Ah!.. ¿ No hay pues
nadie en la Tierra ?
- Éste es el desierto.
No hay nadie en los desiertos. La Tierra es grande – dijo la serpiente.
El principito se sentó
en una piedra y levantó los ojos hacia el cielo:
- Me pregunto – dijo –
si las estrellas están iluminadas para que cada uno pueda algún día encontrar
la suya. Mira mi planeta. Está justo encima de nosotros. ..¡ pero qué lejos !
- Es hermoso – dijo la
serpiente. – ¿Qué vienes a hacer acá ?
- Tengo dificultades
con una flor – explicó el principito.
- Ah! - dijo la
serpiente.
Y ambos se callaron.
[…]
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